domingo, 3 de agosto de 2014

Puta vida... puto dinero... puta crisis (III)


Aproximadamente... el año y medio siguiente... hasta el traspaso del Hostal... transcurre en parte... en una nebulosa... en la que... lo que sucede alrededor... me resulta en cierto modo... ajeno.

Consigo mantenerme dentro de mi ostra... compartiendo lo estrictamente necesario... a fin de cuentas... a nadie parece importarle... el tiempo que he pasado fuera... nadie pregunta... se corre un... "estúpido" velo.

Mientras continuo con los estudios empezados... aunque a veces me tocara recorrer a pie... los casi 5 km. que me separaban del Instituto... y hasta que conseguí ir y volver con alguna compañera con vehículo... mis dos hermanas repiten curso... cambian de instituto... abandonan los estudios... se hacen novias de dos hermanos cuyo padre y tíos tienen varios comercios en Benidorm... y se van a trabajar allí.

Mi hermano... sigue con el fútbol... y empieza a trabajar para el Ayuntamiento de Benidorm.

Mis padres... por su parte... cogen durante unos meses... un bar céntrico... en la parada de taxis de Altea... lo dejan en apenas un par de meses o tres... para coger otro en una calle perdida... que tampoco dura mucho abierto.

A mí... me da igual... voy y vengo a donde me dicen.

En ese tiempo... me tira los trastos un constructor austriaco... divorciado... 12 años mayor que yo... con chalet espectacular... y muy bien situado económicamente.

Es un buen hombre...detallista... educado... atento... romántico...

La única pega que le ponía mi madre era que... estaba divorciado.

A mí no me disgustaba pero... sinceramente... le faltaba un poco de... "ven para acá... corderaaaa"...

Terminando segundo... yo también empecé a trabajar en una de las tiendas del futuro suegro de mis hermanas... compaginándolo con mis estudios... hasta que ese verano... mis padres traspasaron el Hostal.

Después de 18 años... desde que habíamos salido del pueblo... dejaban definitivamente de trabajar.

Nos volvimos a Benidorm... a una casa que se pagó sin hipoteca... con letras... como aún podía hacerse en aquella época.

De lo que mi hermano entregaba en casa... nunca supimos nada... y siempre hemos querido creer que... aunque con poco... con algo contribuía... pero... ¡vaya ud. a saber!.

Por nuestra parte... las tres entregábamos el salario íntegro... incluyendo las cuatro pagas extras que teníamos... navidad, verano, beneficios y fiestas patronales.

Fuera de "nómina"... cobrábamos por trabajar el sábado por la tarde... y cuando llegaba el verano... por trabajar algún medio día... y ese era el dinero que nos quedábamos para nuestros gastos.

No era mucho... aunque a nosotras sí que nos lo pareciera... porque... ¡por fin teníamos un dinero fijo!!!.

Terminé mi bachillerato... y continué trabajando en la tienda.

Ni me planteé en ese momento... seguir estudiando... ya que hacerlo... nuevamente... me ponía en situación de que fuera... a costa de mis hermanas.

Tenía 23 años... y siempre pensé que... más adelante... podría hacer el acceso a la Universidad para mayores de 25 años.

Lo que sí hice... fue pagarme un curso para preparar oposiciones a la administración del estado... y conseguí que me compraran una máquina de escribir... que era una auténtica "patata".

El primer y único año que me presenté... no confiaba en aprobar... porque no lo llevaba excesivamente preparado... pero quería ver como iba aquello... y hacer autocrítica constructiva... ver cuales eran mis fortalezas... y mis debilidades.

Sorprendentemente... aprobé la primera parte... y no tan sorprendentemente... suspendí la prueba de mecanografía... con mi patata.

Como resultado de ese aprobado... me llamaron para una prueba de selección  en la Seguridad Social... en Alicante... y... de las 22 plazas ofertadas... quedé en el 9º puesto... a pesar de mi patata, jijijijijijijijijijijiji.

Acepté el contrato de trabajo que me ofrecieron... por tres años... empezando dos días después... 16 de julio de 1990.

Para esas fechas... una de mis hermanas... ya llevaba más de un año... entregando la mitad del sueldo... porque se había comprado un piso junto con su novio.

Y yo pensé que... era el mejor momento para casarme... a pesar de que no querían a mi novio... básicamente por ser un simple cocinero...

Y mi novio pensó que... pa' luego es tarde... y pusimos fecha... para dos meses después de comunicarlo... acojonando a más de un@... y dando pie a dimes y diretes... por las prisas.

Pero todo eso... forma parte de... la siguiente entrega.

CONTINUARÁ...


2 comentarios:

  1. Aunque en la anterior entrada no dije nada, si debes saber que ha sido leida, antes de esta.

    Me tienes enganchado, a tu vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno... no hay obligación de comentar siempre... aunque siempre se agradecen los comentarios :).

      Con permiso... juego con la frase... y sugiero que... hay que engancharse... a la vida :D.

      Eliminar