miércoles, 20 de agosto de 2014

Un inciso... o dos...

Primer inciso:

Cuando terminé el contrato de la administración... uno de mis hermanos... nos comentó en una comida familiar que... podíamos obtener un dinerillo... haciendo el acceso a la Universidad... para mayores de 25 años... a través de la solicitud de beca... y que el único requisito que teníamos que cumplir si nos la concedían era... presentarnos a los exámenes... que no era necesario aprobar.

Mi padre la solicitó... se presentó... y cobró.

Mi madre la solicitó... se presentó... y cobró.

Mi marido la solicitó... se presentó... y cobró.

Yo la solicité... aproveché que estaba en paro... me preparé... me presenté... cobré... aprobé... y me matriculé en 1º de psicología.

Creí que era el momento adecuado... pero me equivoqué.

A las continuas recaídas de mi marido... que me desestabilizaban emocionalmente... se unió una pequeña operación sin importancia en vísperas de exámenes.

A la primera convocatoria no pude presentarme... no conseguí prepararme para la segunda y aprobar todo lo que debía para seguir siendo becada... y  en aquellos momentos no podía arriesgar la economía familiar... ya que cada recaída presuponía... (aparte de lo que mi marido se hubiera gastado en esa ocasión)... 5.000 ptas semanales en terapia.

No volvió a darse un momento idóneo... o quizás ya no lo busqué.

Segundo inciso:

Quizás... al ir relatando cronológicamente y seguido... una serie de hechos que abarcan muchos años... pudiera parecer casi hasta dramático... y nada más lejos de mi intención que... pretender que se vea así.
Quienes me conocen bien... saben que mi tendencia... es más bien a desdramatizar las situaciones... aunque puntualmente... como decía mi abuela... "se me lleven los demonios".

Para no alejarme demasiado del tema... y no extenderme demasiado... he recortado flecos... para ceñirme a situaciones concretas... pero además de las cosas que son en blanco y negro... hay flecos en la gama de grises... y flecos... que tienen color...

También es cierto que... si además contara... algunos de esos flecos... me parece a mí que... la casa de la "llorera"... se iba a quedar en mantillas, jajajajajajajajajajajajajaja.

Y además... a pesar de todo... muchas más veces de las que puedan deducirse por lo escrito... he sido feliz... e incluso... muy feliz. 

Quizás... como me sugieren en un comentario... deba empezar a escribir... relatandolo todo junto... y desde el principio... y no a saltos como hago aquí... según lo que acontece... o lo que me viene a la cabeza.

Y un ejemplo... era feliz cuando...

De recién casada... la hermana que me sigue y su entonces novio... tomaron la costumbre de venir a casa a cenar... en parte... porque así no tenían que cenar los aburridos huevos fritos que día sí... día también... se servía en casa de mis padres.

Mi mesa... siempre estaba surtida... ¡y se ponían las botas!!!!, jajajajajajajajajaja.

Bien... pues... una noche... me dice mi hermana... ¡cuánto has cambiado... (para bien)... desde que te has casado!!!!... 

Solté una carcajada... y me mordí los labios para no decirle que... sólo estaba "viendo"... a la persona que realmente era yo.

Creo sinceramente que... le hubiera tenido que explicar la diferencia entre... "dentro y fuera de casa"... y ni así lo habría entendido... jajajajajajajajajajajajaja.


2 comentarios:

  1. Escribir desnudando el alma, o, desnudar el alma para escribir, es un ejercicio dificil. Tu ya has dado el primer paso.

    Besos

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