Recién cumplidos los 4 años... nos trasladamos por primera vez... dejando atrás el pueblo... donde nací.
A mí... el pueblo... me gustaba...
Las casas... casi todas bajas... aún no se cerraban con llave.
Los coches... no nos impedían jugar en las calles.
Allí estaban los primos... los tíos...
Generalmente... los cinco pequeños... nos quedábamos en casa de las abuelas... los 2 niños con la paterna... las tres niñas con la materna... separados apenas por dos calles... y sin embargo... podían pasar días... sin que nos viéramos.
Mis padres... nos llevaban y nos recogían al terminar...el período vacacional... y no los veíamos durante el mismo... ni siquiera... en el de verano... que duraba de mediados de junio a primeros de septiembre.
Tampoco hablábamos con ellos... ya que mi abuela... no tenía teléfono.
La rutina... era siempre la misma...
Por la mañana... ayudábamos a mi abuela a hacer las camas y limpiar... y luego nos íbamos un rato con nuestras primas... hasta la hora de comer.
Después de la siesta... de nuevo a la calle con las primas... hasta las 8... que cenábamos.
Tras la cena... íbamos a casa de la hermana de mi abuela.
Durante el trayecto... íbamos llamando en las casas de nuestras amigas... para que supieran que ya estábamos en la placita... y allí jugábamos... hasta que ellas se iban.
Algunas noches... nosotras nos demorábamos más... y entonces... escenificábamos... canciones... chistes... pequeñas obras de teatro... para mi abuela, tias y vecinas... que se sentaban en la puerta.
Y al regresar... cogíamos jazmines... en la casa de enfrente del cuartel de la guardia civil... para que no nos picaran los mosquitos.
Pronto empezamos a ser... "forasteros"... en nuestra propia tierra.
Recuerdo que... a mí eso me daba mucha rabia... porque yo me sentía de allí... y allí volvíamos... cada vez que no teníamos colegio... excepto en... Navidades.
Solía decir que... para mí... esa era mi casa... y que el sitio donde vivía... era como estar en un internado... lejos de lo que quería... y de donde me sentía feliz...
Donde... podía ser y comportarme... como lo que era... una niña... sin más responsabilidad que... pasarlo bien... y cuidar de mis hermanas pequeñas... en las salidas.
A los 16 años... llegó otro cambio de residencia... se presuponía que... para mejor...
A los 19... me fui de casa... y volví dos años después.
Dos años después... otro cambio de residencia.
El último... hace 20 años... en que me vine a Alicante capital.
Tantos cambios... y a las edades en que se fueron produciendo... y las razones que llevaron a ellos... ha hecho que... al final... no tenga un sentido de pertenencia... de ningún sitio.
El lugar donde se nace... es circunstancial...
Las circustancias... te llevan a una cierta movilidad... o no.
Me gusta la ciudad donde vivo... su clima... la vida que llevo... pero... si mañana las circunstancias me llevaran... a hacer la maleta de nuevo... lo haría.
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